EN BUSCA DE DEAUVILLE Y LA CÔTE DE GRÂCE
Todos necesitamos un cambio de vez en cuando, sobre todo si nos proponen una alternativa lo suficientemente francesa.
¡Nos gusta mimarte!
Prepárate para un montón de azules, blancos y rojos picarescos con la colección Cruise 24 de Vilebrequin, en la que cambiamos Saint-Tropez por Deauville, el aceite de oliva por la mantequilla salada y el traje de baño por prendas de punto y chaquetas marineras.
Desde Vilebrequin te hemos preparado una pequeña ruta para que disfrutes de tus vacaciones al máximo, hasta te hemos hecho las maletas.
DEAUVILLE
NO CUENTA SI NO HACES FOTOS LES PLANCHES Y LOS BAÑOS POMPEYANOS
Un viaje a Deauville no es lo mismo si no bajas a la playa a hacerte unas cuantas fotos en las emblemáticas Planches. Busca a Al Pacino o Cate Blanchett y hazte una foto con ellos. O bueno, con las casitas de playa que llevan su nombre, más bien (no te preocupes, nos encargaremos de informar a la prensa sobre tu visita). Y por si esto no fuera suficiente, el encanto continúa hasta los baños pompeyanos situados justo al lado, un balneario art déco con impresionantes columnas y mosaicos. Te quedará la foto perfecta para Instagram.
SOLO PARA AUTÉNTICOS ICONOS TÓMATE UN CÓCTEL EN EL HOTEL NORMANDY
Te invitamos a cruzar las puertas giratorias del legendario Hotel Normandy. Este edificio cuenta con una fachada de estilo anglonormando que parece una postal. Pide al personal que te acompañen hasta el bar y siéntate en los taburetes de la barra para que puedas admirar bien la magia del coctelero. Personajes de la talla de Serge Gainsbourg, Winston Churchill y Gabrielle Chanel fueron un día clientes de este lugar. ¿Y sabes qué pidieron? Un Martini seco, claro está.
AQUÍ ESTÁ TU TRANSPORTE RECORRE LA PLAYA A CABALLO CON LOS ESTABLOS LA MANGEOIRE
Muy cerca de Les Planches se encuentra la Mangeoire (“abrevadero” en francés), el club de hípica más famoso de la playa de Deauville durante los últimos 60 años. Aquí puedes reservar un caballo durante una hora (más o menos lo que se tarda en recorrer los 2 km de playa) y disfrutar de la arena, la libertad y la estimulante brisa marina.
PARA LOS AMANTES DE LO CULTO TÚMBATE BAJO LAS COLORIDAS SOMBRILLAS DE DEAUVILLE
Si sale el sol en Normandía, tienes la excusa perfecta para alquilar una de las coloridas sombrillas de Deauville bajo la que pasar la tarde. Están fabricadas localmente en exclusiva para la playa (no se pueden comprar en ningún otro lugar, ya lo hemos intentado) y cuentan con imágenes de varias generaciones de artistas y fotógrafos, incluido el gran amigo de Vilebrequin Massimo Vitali.
TROUVILLE
DEL BARCO A LA MESA PESCADO Y MARISCO EN EL HALLE AUX POISSONS
¿Por qué esperar a que te den mesa cuando puedes pedir el plato directamente en los puestos del mercado? A nosotros nos parece la mejor manera de disfrutar de un buen pescado o marisco. No hay guarniciones ni acompañamientos, como mucho te pondrán otro plato de almejas. Eso sí, no te olvides de pasar primero por la pastelería (Dupont avec un Thé) para comprar algo de pan y mantequilla salada.
PROUST ESTUVO AQUÍ PASA LA NOCHE EN LES ROCHES NOIRES
Les Roches Noires es un lugar de peregrinación para los amantes de la literatura, pues aquí se alojaron escritores franceses de la talla de Marcel Proust y Marguerite Duras. Aunque el antiguo hotel se convirtió en un edificio de apartamentos privados en los años 50, puede que encuentres algunas habitaciones disponibles si tienes suerte. También se ha conservado el majestuoso vestíbulo, diseñado por el arquitecto Mallet-Stevens.
HABITACIÓN CON VISTAS CONTEMPLA EL MAR DESDE EL HOTEL FLAUBERT
Construido en los años 30 con un estilo neonormando, este pequeño hotel con encanto es el único que hay en la pasarela de Trouville. Asegúrate de pedir una habitación con vistas al mar para que puedas admirar la costa al despertarte. Y si te entra la inspiración, coge un bolígrafo y ponte a escribir. El hotel concede su propio premio literario Prix Flaubert cada invierno. ¿Quién sabe? ¡A lo mejor tienes suerte!
SABORES LOCALES COMIDA CON SOBREMESA EN LES VAPEURS
En Les Vapeurs, el restaurante más emblemático de Trouville, las comidas duran dos y hasta tres horas. Gambas a la plancha, fritura, lenguado a la meunière y los mejores mejillones con patatas que hayas probado jamás. Acompáñalo con la bebida adecuada y ya tienes plan para la tarde.
VILLERVILLE
UN LUGAR PINTORESCO PASEO POR EL PUEBLO JUNTO AL MAR
Con sus acantilados de caliza y sus calles estrechas, parece que por este pueblo pesquero no ha pasado el tiempo. Dirígete a la calle principal (Maréchal Foch) y echa un vistazo a las fachadas multicolor de las tiendas. Seguro que te llama la atención en especial el rojo cinematográfico del Cabaret Normand, donde se rodó el clásico del cine francés Un mono en invierno (1962). Después, detente en el pequeño hotel y sigue los escalones que bajan hacia el mar.
BENERVILLE
LA MEJOR HORA TERMINA EL DÍA EN SUNSET BEACH
Si pestañeas un momento, quizá pienses que estás en la Costa Azul. Sunset Beach llama bastante la atención en una región de Francia en la que las playas privadas son prácticamente inexistentes. Pide algo frío para beber y relájate en una tumbona mientras contemplas la impresionante puesta de sol sobre el mar.