
30 JULIO 2021 - DESTINOS
LAS 12 MEJORES RECETAS DE CÓCTELES
Descubre los mejores cócteles para el periodo estival: Las bebidas más deliciosas y refrescantes para degustar a orillas del mar
30 JULIO 2021 - DESTINOS
Descubre los mejores cócteles para el periodo estival: Las bebidas más deliciosas y refrescantes para degustar a orillas del mar
Si mezclamos un Gin tonic con unos trozos de salmón marinados al estilo gravlax, obtenemos una bebida herbácea y salada con un sabor fresco y ligeramente agridulce.
1,5 cl de ginebra infusionada al eneldo
3 cl de zumo de limón
3 cl de Skinos Mastiha
8 cl de tónica con salmón ahumado (dejar marinar el salmón en la tónica durante 24 horas y volver a gasificar antes de trasvasar la preparación a una botella)
Verter todos los ingredientes en un vaso con hielo y revolver un par de veces de forma ascendente para evitar que las burbujas desaparezcan. Decorar, con la ayuda de un palillo para cócteles, con una pequeña loncha de salmón previamente rociada con un par de gotas o tres de Génépi o Chartreuse verde Aquí
Este cóctel, extremadamente fácil de preparar, es una excelente variante de la clásica y deliciosa Caipirinha realizada a base de Hierbas de Mallorca, un licor procedente de las islas Baleares y con un sabor similar al de la Chartreuse, pero aún más delicado y floral. Para preparar esta refrescante y reconfortante bebida, solo se necesitan 45 segundos (y un poco de sirope de azúcar). La bebida ideal para prácticamente cualquier ocasión. Al igual que la Caipirinha.
4,5 cl de Cachaça
1,5 cl de Hierbas de Mallorca o licor de manzanilla
1 cl de sirope de azúcar
Media lima cortada en gajos
Mezclar todos los ingredientes, incluida la lima, y unos cuatro cubitos de hielo en una coctelera. Agitar bien y servir en un vaso. Cubrir con más cubitos de hielo y decorar con una ramita de manzanilla. Aquí
El Port Flip es un cóctel ancestral que antiguamente solía servirse a los marineros en las tabernas. Su receta consiste en mezclar vino de Oporto con otras bebidas espiritosas y un huevo para espesar la bebida. Por ello, parece más que apropiado añadir a esta receta de base una dosis de Porter, una cerveza densa y oscura con aroma a café tostado y habas tonka, para crear un cóctel híbrido que degustar, como si de un postre se tratara, tras una buena comida.
1,5 cl de sirope obtenido mediante una reducción de cerveza Porter con habas tonka (yo uso cerveza de la marca Slap a Banker, de ahí el nombre con el que he decidido bautizar a este cóctel)
1,5 cl de Armañac
4,5 cl de oporto tinto
1 huevo entero
Mezclar todos los ingredientes en una coctelera, primero sin hielo y luego con él. Filtrar la mezcla con la ayuda de un colador de malla fina. Decorar con habas tonka ralladas y esparcidas sobre el vaso. Aquí
El Nebuloni es una variante del Negroni, ese famoso, delicioso y sofisticado cóctel derivado del Americano. Si combinamos varios vinos macerados con una mezcla de «bitters» con más y menos cuerpo, obtenemos una bebida de fácil preparación, con un sabor profundo y refrescante, ideal para tomar como aperitivo bajo el sol del verano.
2 cl de grappa
1 cl de orujo de uva
2,5 cl de Campari
0,5cl de Fernet Branca
3 cl de vermut rojo (yo, personalmente, para este cóctel utilizo Carpano Antica Formula, por sus notas intensas y especiadas, pero si se prefiere también pueden otros vermuts rojos, como el de la marca Dolin)
Verter todos los ingredientes en un vaso Old Fashioned relleno de cubitos de hielo hasta rebosar y mezclar bien hasta que los ingredientes se hayan diluido por completo y la bebida esté lo suficientemente fría. Añadir unos cuantos cubitos de hielo más y servir. Aquí
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¡Hora de celebrar el esplendor de la primavera! Celebra el regreso de los días soleados con esta exquisita e irresistible bebida. Este cóctel nace de la búsqueda de una versión aún más gourmet del clásico Pisco Sour. El resultado es una variante fresca y generosa a la que se le han añadido alubias en dos formatos distintos. El primero, es decir, la propia alubia, la usaremos para densificar el sirope de canela y hacerlo más cremoso y chocolateado sin necesidad de añadir azúcar. El otro, conocido en el mundo de la gastronomía como «aquafaba» (que no es más que el líquido de cocción de las alubias), lo batiremos para obtener una mousse similar, aunque puede que incluso más aireada, a la que se obtiene al batir las claras de huevo. La sal no solo hará que montar la mousse resulte más fácil, sino que además aportará un toque yodado al pisco.
6 cl de pisco
2,5 cl de zumo de lima
2 cl sirope de canela y alubias
4 cl de aquafaba
Una pizca de sal
Verter todos los ingredientes en la coctelera y agitarlos, sin hielo, hasta que la aquafaba monte. Una vez montada la aquafaba, añadir unos cuantos cubitos de hielo, volver a agitar, y filtrar la mezcla con la ayuda de un colador en una copa tulipa o Pompadour. Decorar con un poco de canela espolvoreada.
El My Tai es una reinterpretación ligeramente más ácida y exótica del clásico y legendario Mai Tai en la que la acidez alcanza su punto álgido cuando la lima y la fruta de la pasión se unen, y la dulzura viene garantizada por una cremosa y espumosa horchata de nueces de macadamia. La combinación de tres tipos de ron, en lugar de hacer que este cóctel resulte demasiado fuerte, aporta a las notas de alcohol una profundidad exquisita y hace que cada trago tenga un sabor cambiante e inconfundible. ¡Sin duda, el mejor de todos los cócteles playeros!
2,5 cl de ron blanco (yo, personalmente, uso el de Thai Chalong Bay por su suavidad)
1,5 cl de ron Clairin Communal
1,5 cl de zumo de lima
1 cl de zumo de fruta de la pasión
1,5 cl de horchata de nueces de macadamia
1,5 cl de Grand Marnier
Unas cuantas hojas de cilantro tailandés
Combinar todos los ingredientes con cuatro o cinco cubitos de hielo en una coctelera, agitar vigorosamente y verter, sin filtrar, en un vaso Old Fashioned. Decorar con media fruta de la pasión previamente vaciada y rellena de una pequeña dosis de ron «overproof» (es decir, con un contenido de alcohol de más de 50 º). Flambear el ron con un mechero y servir de inmediato. Aquí
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El Moscow Mule ha servido de inspiración para la elaboración de muchos otros cócteles similares procedentes de culturas diferentes. En esta ocasión, la versión seleccionada ha sido una de mi propia creación; una en la que combino distintos sabores que, en mi opinión, evocan el sur de Francia con los toques de jengibre y limón característicos de la variante original. Para aportar a la inconfundible sensualidad del jengibre un toque herbáceo lleno de frescura, he decidido añadir tilo y anís, y completar el todo con unas notas de pera crujiente. Un cóctel sorprendente de carácter soleado.
3,5 cl de Pastis
1,5 cl de Blanche de poire mezclado con hierbas provenzales (dejar macerar las hierbas durante 24 horas)
1,5 cl de cordial de miel con tilo (un cordial es un sirope con un bajo contenido en azúcares y dotado de un sabor ácido resultante de la incorporación, durante el proceso de infusión, de cáscaras de cítricos)
1,5 cl de zumo de lima
3-4 gotas de Angostura Bitters
1 cerveza de jengibre
Mezclar todos los ingredientes (salvo la cerveza de jengibre), agitar bien y filtrarlos directamente en una taza de cobre con hielo. Verter la cerveza de jengibre hasta rellenar la taza (yo recomiendo utilizar la de la marca Luscombe, caracterizada por su fuerte sabor aromático).
Hablar de recetas de Piña Colada es siempre un tema un tanto delicado, ya que el coco tiene una naturaleza un tanto abrumadora. Por eso, es importante utilizar el coco como si se tratara de un color de fondo sobre el que se pueden añadir otras tonalidades. Y en esta ocasión, dichas tonalidades, que serían el melocotón, el jazmín y el azúcar moreno caramelizado con ron jamaicano, se combinan a la perfección con ese coco de fondo para dar lugar a una bebida ligera y generosa ideal para terminar cualquier cena o comida.
5 cl de ron jamaicano
2 cl de zumo de lima
2 cl de sirope de coco
2 cl de zumo de melocotón con jazmín (infusionar el jazmín en el zumo a fuego lento durante 30 minutos)
Mezclar todos los ingredientes con unos cubitos de hielo, agitar con energía, y filtrar en una copa tulipa o Pompadour. Este cóctel también puede servirse granizado. Para ello, basta con introducir el cóctel en una máquina para granizados y añadir 5 cl de agua por cóctel para que la mezcla se congele.
Este cóctel es un auténtico extraterrestre; un cóctel conceptual cuyo objetivo es invitarte a probar el «sabor del mar» o, lo que es lo mismo: una combinación entre ese sabor y ese olor que se siente cuando uno está tumbado en la playa, tomando el sol sobre una toalla, y una suave brisa le acaricia el rostro. En septiembre, cuando todo lo que desea es poder volver a la playa, el distintivo olor de las notas yodadas de este cóctel harán que sienta la brisa marina, mientras que su sirope de arena cálida y su aceite de Monoi le transportarán de nuevo a orillas del mar. ¿Acaso no empieza a percibir ya ese olor a mar?
5 cl de un vodka en el que se haya infusionado previamente un aceite de monoi cuidadosamente seleccionado
2 cl de sirope de arena cálida (tostar la arena hasta que alcance una temperatura muy alta y dejar infusionar con 10 cl de whisky ahumado y 10 semillas de comino negro por cada litro de sirope, y filtrar con un filtro de café)
2 cl de zumo de lima
Una cucharadita de solución salina
Verter todos los ingredientes en la coctelera, añadir hielo y agitar con fuerza. Volver a filtrar en una copa tulipa o Pompadour y decorar el borde superior de esta última con azúcar de coco (para ello, basta con humedecer el borde con un trozo de lima y estregarlo sobre un recipiente previamente llenado con azúcar de coco).
Esta variante del Old Fashioned, ensalzada mediante notas amaderadas y toques de cereales, ofrece una alternativa dúctil y de gusto prolongado al clásico cóctel de whisky. La piña pone la nota final de color a esta original y elegante combinación de tonos vespertinos.
5 cl de whisky de centeno infusionado con piña flambeada
1 cl de Calvados
0,5 cl de jarabe de arce ahumado en madera
Unas cuantas gotas de «bitters» con sabor a nuez
Un trozo de piel de naranja
Verter todos los ingredientes en un vaso Old Fashioned con hielo. Mezclar bien, volver a añadir unos cubitos de hielo y frotar el borde del vaso con la piel de naranja.
Los Chrysanthemums 1 y 2 son cócteles clásicos muy apreciados por los amantes de las bebidas a base de Martini seco. No tan fuertes como el clásico Dry Martini, estos cócteles ofrecen mucha libertad de improvisación y una deliciosa frescura, al tiempo que mantienen ese carácter tan marcado y sabor seco de este tipo de bebidas. Este versión número tres es mi propia interpretación de ellos. Se trata de una bebida incisiva y herbácea que, al mismo tiempo, rinde homenaje a un licor suave y aromático llamado Benedictine y elaborado, como su nombre indica, por monjes benedictinos, algo que es posible que levante el ánimo a todos aquellos que se sientan un tanto melancólicos con la llegada del fin de año.
5 cl de vermut seco (Noilly Prat o Dolin Dry)
2,5 cl de Benedictine
1 cl de zumo de limón
2 golpes de Angostura Bitters
Humedecer una copa Pompadour con absenta (verter unas cuantas gotas en ella, y girarla para que se humedezcan las paredes). Mezclar todos los ingredientes en un vaso grande con cubitos de hielo y filtrar la mezcla en una copa Pompidour con la ayuda de un colador de coctelería para evitar que caiga el hielo. Decorar con una flor previamente humedecida en fragancia de lavanda (yo aconsejo utilizar un «bitter» con sabor a lavanda, ya que es más fácil de dosificar y utilizar que los aceites esenciales).
Qué mejor manera de terminar el año que con nuestra propia versión de una de las bebidas más absurdas en el repertorio de cócteles: ¡el Diamond Ramos Gin Fizz! En cualquier bar tradicional, lo normal es que el camarero agite la mezcla durante nada menos que entre 10 y 20 minutos para que esta vaya montando hasta formar una espuma cremosa de consistencia aireada. Aquí, sin embargo, hemos decidido elevar a esta bebida a un plano aún más festivo añadiendo un toque de coñac, una pequeña dosis de absenta un poquito de champán y flor de naranjo. ¿El resultado? Un cóctel sin complejos, lleno de jovialidad y aromas, cuyo sabor permanece en el paladar despertando, al mismo tiempo, todos los sentidos y regalando a las papillas gustativas un toque ligeramente yodado que hace que quieras volver a darle otro sorbo.
4 cl de coñac (preferentemente el de la casa Augier L’Océanique)
1 cl de absenta
2 cl de sirope de azúcar
2 cl de zumo de limón
2 cl de nata líquida fresca
1 clara de huevo
1 pizca de sal
2 gotas de flor de naranjo
champán
Verter todos los ingredientes en una coctelera y agitar, sin hielo, durante entre 7 y 10 minutos (o echar la mezcla en el vaso de una batidora para montar la clara de huevo), volver a agitar la mezcla, pero esta vez con hielo, y filtrar el cóctel en un vaso de tubo, con la ayuda de un colador de coctelería para eliminar el hielo. Rellenar el vaso con champán y unas gotas de flor de naranjo.